despierta, agita los sueños de tu pelo mi dulce niño hermoso, elije el día y el signo de tu día. El día de la divinidad, lo primero que ves.
"Locos por vivir, locos por hablar, locos por ser salvados, deseosos de tener todo a la vez, los que jamás bostezan ni dicen cosas intrascendentes, sino que arden, arden, arden, como esas fabulosas velas romanas que explotan como arañas entre las estrellas para dejar una luz azul central, que al hacer explosión hace que todo mundo se quede boquiabierto, exclamando ¡Ah!"
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