23 julio, 2008

Cuando el mar en calma conspira
una armadura
y sus corrientes turbias,
abortadas,
procrean pequeños monstruos
muere el aire en las velas.
Instante difícil
y el primer caballo cae al agua
batir furioso de piernas,
su tieso y verde galopar,
y salen flotando las cabezas,
equilibrio,
delicado,
pausa,
sumisión,
en muda agonía de ollares,
cuidadosamente refinada,
y sellada.

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